Soy un convencido que la unión hace la fuerz, por trillado que suene. Pero no hay raza peor para unirse que la nuestra. En cuanto las cosas se ponen mal, me acuerdo del matado de la escuela que se tapaba para no dejarte copiar. Somos incapaces de compartir ideas y experiencias que nos permitan avanzar como gremio, familia, ciudad o país. Y la parte más triste es que en eso no veo signos de recuperación.
Quiero proponer la Reinstalación de la Solidaridad. Me encantaría ver gente de todos los caminos de la vida juntándose con sus iguales para definir acciones comunes y soluciones en consenso. Quiero que me hablen mis competidores para proponerme y preguntarme cómo le vamos a hacer. Quiero que mis clientes me digan que aprecian mi trabajo y que todos los años que tenemos de trabajar juntos valen algo más que un número en un presupuesto. Me encantaría que los bancos entendieran que no siempre se puede cumplir a tiempo con tus obligaciones y que no me asediaran todos los días con llamadas a las 7 am porque se me pasó 2 semanas el pago de la tarjeta, depués de pagar puntualmente 10 años. Eso no es ser solidario; es ser superficial, ojete y convenenciero y así no se sale de ninguna crisis.
Yo estoy tomando acción y ya comencé mi propia red social. videoproducers.ning.com , en la que sorprendentemente ingresaron 120 colegas en 72 horas. ¡Guau! 120 amigos nuevos que además hacen lo mismo que yo, que están interesados en cambiar la tendencia y buscan nuevas formas de unirse y comunicarse. No está mal para empezar.
Solidaridad. Pero la de a deveras.
Continuamos...
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