Parafraseando al ínclito Chema Noriega, ya no quiero vivir en México; quiero vivir en internet. Y no es por la etapa feisbuctwitterblogologa por la que estoy pasando sino porque me he dado cuenta que no sólo la red de redes ya no es el futuro: ya vamos tarde.
En casi todas las estadísticas que he revisado, en el mundo el uso de internet para la vida diaria, las relaciones interpersonales, la compra venta de productos y servicios y un sinfin de actividades que aquí todavía hacemos como en carreta ocupa un tramo de la población que difícilmente se puede pasar por alto. Aquí en México, con el disfraz que pudiera tener la cifra, ya le estamos rondando a los 30 millones de usuarios, que, con computadora propia o desde un cafecillo internet, se unen a esta gran comunidad que ha demostrado ser el país más democrático del planeta.
Y me quiero mudar allá porque las cosas cuestan menos, las respuestas son más rápidas, las decisiones son inmediatas y la confianza es mayor; si no fuera así, ¿porqué me escriben de Singapur para pedirme una cotización e información y dos días después me confirman que vamos adelante con el proyecto? ¿porqué una empresa francesa se toma el tiempo de encontrarme y basados únicamente en mis palabras y en las imágenes que están en mi página deciden hacerme proveedor de ellos para sus negocios en América Latina?¿Porqué aquí cada vez que mando una cotización me regatean todo lo que pueden, me pagan lo que quieren y lo hacen cuando se les da la gana? Sin tomar en cuenta las 30, 60 y 90 vueltas para cobrar.
Creo que en Internet la gente conoce el valor del trabajo, por lo menos del que nosotros realizamos. Ahí están más avanzados que nosotros en lo que a derechos humanos y laborales se refiere, te tratan mejor y desean que estés bien para que la comunidad esté bien. ¿No es este el deseo de todas las personas y de todos los gobiernos del mundo? Comunidades unidas, trabajo constante y oportunidades para todos. Democracia.
Y tiene dos ventajas adicionales. No tienes que ver a casi nadie y puedes vivir en prácticamente cualquier lado y seguir siendo ciudadano distinguido de Internet
Continuamos...
2 comentarios:
Convencida. A mí también me gusta más trabajar en Internet, los horarios se cumplen, hay disculpa si se tiene que reagendar una videoconferencia por skype... pero no 10 minutos después de la hora de la cita, sino mínimo 6 horas antes de la cita!! No hay que dar vueltas, los acuerdos son como a la antigüita... con un apretón de manos, que aqui en internet es un mail diciendo "va". De acuerdo con la confianza porque en internet no te vas con la cara, con el traje que traes puesto, este medio te desnuda a través de la forma de comunicarte, esta es la verdadera carta de presentación, aqui si se nota si echas puro rollo, aqui si valen las palabras.
Sigue inspirando, el cambio empieza en uno y si unimos fuerza, movemos la piedra.
Yo por eso ya me dedico a esto desde hace tiempo: Virtual world, real business...
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