lunes, 21 de septiembre de 2009

Fue en la estación del Metro Balderas...

El viernes 18 de Septiembre como a las 5 de la tarde se desató una balacera en la estación del Metro Balderas de la ciudad de México, dejando un saldo de un policía y un civil muertos, varios heridos de bala y por los empujones que se generaron por el pánico e incontables víctimas de crisis nerviosa. El asesino, Luis Felipe Hernández, estaba haciendo una pintas y ante el reclamo de un policía auxiliar, sacó un arma y comenzó a disparar, con el resultado anterior. Según las autoridades, Hernández no padece de sus facultades mentales y simplemente era un tipo resentido con la sociedad que llegó a un punto de quiebre.

Doy este preambulo, que seguramente muchos ya conocen, por un principio periodístico: esto lo están leyendo unos marcianos que no tienen idea de que estoy hablando. Y en donde me quiero centrar es en el civil que resultó muerto.

Esteban Cervantes era un albañil que vivía en Chalco, en el estado de México. “Él siempre estaba ayudando a la gente, por eso no nos sorprendió verlo forcejeando, era así, no permitía que abusaran”, “No era un héroe, así nos educaron”, “Hizo lo que todo ciudadano debió hacer”
Fuente. Estas son algunas de las frases con las que sus familiares y amigos lo definieron durante su sepelio. El Gobierno de la Ciudad le va a dar trato de servidor público, le va a entregar un millón de pesos a su familia y sus hijos o nietos les va a mantener la educación por toda la vida. En ojos de todos, es un héroe.

Y yo me pregunto: ¿y qué necesidad tenía don Esteban de convertirse en héroe?; ¿porqué Manuel Miranda, el policía que desafortunadamente también murió, estaba cuidando el metro, cuando hasta hace apenas cuatro meses era albañil y seguramente no tenía la capacitación necesaria?; ¿porqué una persona se puede subir a un transporte colectivo armado como si nada?; ¿porqué, como dice Mario Campos en su blog del Universal, la televisión pasa una y otra y otra vez el momento preciso en el que una persona que no tenía mas que su trabajo y su familia es asesinada arteramente y nadie se espanta?

Creo que estamos ante un momento en la historia de México en el no nos conviene quedarnos. El cinismo con el que asesinos, narcos, asaltantes y demás escorias operan se está empezando a comparar con el cinismo con el que tomamos las cosas. Y esta indiferencia le está pegando a gente como don Esteban, que por tratar ya no de defenderse, porque claramente el toma la iniciativa, sino de defender a los que estaban ahí, resultó muerto en el piso de la estación del Metro Balderas. Hoy fue un loco en el metro. Mañana, bajo el amparo de la queja social, alguien vacía cianuro en el suministro de agua de la ciudad. Y todos a cerrar el pozo.

Estoy convencido que los problemas hay que tratarlos de fondo. Educación real, empresarios dispuestos a pagar el talento, gento dispuesta a ser responsable de su trabajo, de su familia y de su ciudad. Suenan tan vacías esas palabras cuando los resultados los tenemos en la cara todos los días y no creemos que el poder de uno puede hacer la diferencia. Hoy la pagó don Esteban, que no buscaba más que vivir tranquilo, con su familia, su trabajo y su religión. Mañana se nos juntan los maestros, la falta de agua, las inundaciones, las obras del metro, el tráfico, el cierre de avenidas, la corrupción y esta ciudad va a volar en pedazos. O hacemos fuerte el poder de uno o vamos a pagar las consecuencias, como ocurrió en la estación del Metro Balderas.

Continuamos... (espero) Foto OEM

2 comentarios:

Luis Eduardo Linares dijo...

Mi querido Alex. Gracias por el preambulo porque personlmente no sabía ni qué onda con el caso. Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices... pero ¡No des ideas! eso del cianuro está muy macabro. :(
Un Abrazo

Thelma dijo...

Yo creo que va más allá.... estamos ante un alarmante escenario en el que no hay AUTORIDAD; es inexistente, y mejor reacciona un sencillo albañil que se convierte en héroe momentáneo, que cualquiera de los "encargados" de hacerlo. Y este es un caso del que SI nos enteramos. ¿Y los miles de los que no?
Hace 2 semanas, un cualquiera secuestra un avión, y hace unos días, otro mata a gente en el metro porque si. Uno sí está loco y e otro no. Y???? ¿Qué sigue?
Bonita ciudad.