martes, 29 de septiembre de 2009

Ay, Juanito...


Uno de los episodios más vergonzosos de los últimos años de la política mexicana cerró un capítulo para empezar otro.

"Su biografía es casi surrealista. Ex actor de ficheras, ex desnudista, ex luchador, madreador profesional, comerciante ambulante: ese es Juanito, el hombre elegido por Andrés Manuel López Obrador para profundizar el cisma perredista en Iztapalapa y sobre el que podría recaer el futuro de una delegación con más de 3 millones de habitantes." Así lo define Victor Hugo Michel en una entrevista para Milenio del junio de este año. "Me dedico al comercio, a productos de temporada en la calle, en la casa, tengo una pequeña nevería, tengo puestos en tianguis, soy comerciante ambulante." dice el desdentado personaje. Y este es el tipo que AMLO puso como su títere para llegar al poder de facto en la delegación Iztapalapa, una de las más grandes, pobladas, corruptas e inseguras de América Latina.

Y la tortilla estuvo a punto de virarse. Juanito perdió la razón momentaneamente (o por lo menos eso pareció) y se la creyó. Decía que el había ganado, cosa que era cierta, que nada que le entregaba el poder a Clara Brugada, exdiputada, exasambleista y hasta ese momento, excandidata, que la gente lo quería ahí y que AMLO ya no era su "presidente legítimo". Y mientras se iba de vacaciones "solo tres días al estado de Xochimilco", se urdieron planes macabros para que el Peje lograra su cometido.

Ayer, Juanito se presentó muy orondo a una reunión con Ebrard. Apenas unas horas antes, el candidato electo gritaba a los cuatro vientos todo lo que iba a hacer en su delegación. Al salir del palacio del Ayuntamiento, Juanito era otro. Inmediatamente, a pregunta de los reporteros, dijo que iba a pedir licencia "por 59 días". "Nadie me presionó, es por razones de salud", dijo. Y así de completó uno de los fraudes más horrorosos que hemos presenciado los mexicanos en los últimos tiempos.

¿Y ahora qué? ¿Nos vamos a quedar viendo, una vez más, como nos sodomizan con sus mentiras? Lo que está pasando en Iztapalapa es una muestra más del desgano que flota en el ambiente. Nos montan este espectáculo y todos a tragar camote. Lo que Ebrard le dijo a Rafael Acosta debió haber sido lo suficientemente claro para que el madreador de mil batallas decidiera recular y entregar el equipo, la delegación y uno de los presupuestos más importantes del país a AMLO, que ahora le estará eternamente agradecido. Y ahora el que va a cobrar es Marcelo, que tiene por las bolas a López Obrador y seguramente lo obligará a salir del panorama político para levantarse como el hombre fuerte de la izquierda para 2012.

Y los habitantes de Iztapalapa, tan pobre, tan golpeada, tan abandonada, tendrán que seguir soportando las mentiras de aquellos que han jurado sacarlos de jodidos. Pinche país.

Ay, Juanito, te rajaste como Cristo de madera a la hora buena.

Continuamos...

Foto Oswaldo Ramírez, Milenio

2 comentarios:

Cesar Colunga dijo...

Esto no es otra cosa que la ley de herodes, mi hermano. Y bien diría el Gral. Obregón: "nadie ha soportado un cañonazo de 5o mil pesos" (de los pesos de antes, mi'jito)
Un abrazo.

Unknown dijo...

La politica en Mexico... ya no se si llorar o ya mejor reirme... es una vacilada!!