Ayer llegué como todos los días a mi oficina. or lo general, hay un par de coches que se paran muy cerca de la entrada donde meto mi coche, estirando el espacio hasta lo más que pueden. De vez en cuando, de plano invaden un poco de la entrada. Pero ayer, de plano, un compadre decidió que era una extraordinaria idea parar su coche en mi entrada.
Tengo la gran ventaja de vivir muy cerca de mi oficina, razón por la cual casi no traigo coche. Cuando sucede es porque tengo una cita lejos o tengo que traer algo, pero generalmente camino. Bueno, pues ver una cochera vacía muchos días de la semana parece ser argumento suficiente para pararse enfrente y estorbarla.
¿Cómo llegamos a esto? ¿Por qué no podemos respetar el espacio de los demás? Esto pasa de muchas maneras en la ciudad, pero cuando se trata de algo tan delicado como el acceso libre a TUS espacios, toma otro matiz. ¿Y si tengo una urgencia? ¿Y si quiero traer un cliente? ¿Y si se me da la gana tener mi espacio vacío?
Al final, llamé una grúa y (raro) vino y se llevó el coche. Nadie me vino a reclamar. Espero que le haya costado una lana y que aprenda a respetar.
Continuamos...
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