Pero ese no es el punto de la chilanga chinga de hoy. El punto es la ideología.
Carlos Santana es un gran músico, trae una banda extraordinaria (el bajista, wow), su música es más o menos consistente, el toca como los mismísimos. Pero de ahí a tenernos que soplar sus ondas religiosas, hay un tramo que no estoy dispuesto a recorrer.
Que rápido se les olvidan las cosas a las personas que se cuelgan de una ideología. Se quejó de lo que pasa en la fontera, con la violencia del narco, pero se le olvida que (con todo respeto) el y toda su generación fueron los que comenzaron el problema. El boom del consumo de drogas fue a raiz de su generación y lo que vemos ahora es el monstruo que se salió de la jaula. Pero hoy ve a la virgen en cada tortilla que se come y por eso se siente compelido a hablar mal de lo que era su uso y costumbre habitual.
¿Porqué la gente te tiene que enseñar a huevo en lo que cree? Lo mismo pienso de los viejitos que te quieren convencer que el algodón es lo único elegante, del diputado que te manda mails para que te vuelvas a su causa, de los testigos de jeová que te tocan a las 7 am del domingo para que te ayuden a encontrarte con el señor o de Bush y su guerra santa. Para mi, todos entran en la misma bolsa, de gente sin flexibilidad. Creen de verdad que su verdad es la única y además se lo dicen a todo el que pueden. Neta, no me interesa.
El concierto lo podría resumir como: musicalmente impecable. Ideológicamente incorrecto.
Continuamos...
2 comentarios:
No estoy de acuerdo mi Alex, el fenómeno del narco no puede haberse iniciado por el consumo recreativo, así se hayan metido hasta lo que todavía no se inventaba. Que le han entrado, desde luego, y a falta de coca ahi esta el opio o al ajenjo, cual poetas malditos (escapes mentales siempre ha habido) pero lo que pasa con las Maras, la Mafia Mexicana, los cárteles del Pacífico, no se inició con Woodstock ni con Avandaro o el peace and love, y lo que ellos promovian con todo y sus toneladas de LSD encima era precisamente el peace and love, no la guerra de poder que se desato por los cárteles, los gobiernos, los intereses que se manejan, etc., etc. Aprovecho para el comercial: ¡lee el número de marzo de GQ! viene Jennifer Aniston en la portada y en páginas interiores viene una crónica buenísima de Alma Guillermoprieto, sobre el fenómeno narco y la parafernalia que lo rodea. comercial y todo, está muy ilustrativo. ¡¡Besos!!
A mi lo que me molesta no es que muestren en lo que creen, sino que te traten de convencer de ello...
la personalidad del mexicano tiene una debilidad por el adoctrinamiento al prójimo, y no sólo en el tema religioso, todo mundo cree que su verdad es la neta y tratan de "enseñarte el camino"... cuánta humildad falta!
Publicar un comentario